Anya salió y vio que no había nadie. Entonces se metió en la realidad virtual y desapareció del mundo.
Él parecía real, parecía, pero no era, al ser inalcanzable los puntos de su alma no podían llegar a crear un ser humano de carne y hueso.
Sin embargo ella creía , y volvía a creer y se terminaba olvidando de los que verdaderamente existían, a los tangibles.
Entonces creó una coraza y empezó a disfrutar de lo que no existía, y la realidad se le hizo insoportable, intolerable, cerrar los ojos y soñar era la única opción.
Una ceguera emocional la corrompía diariamente y no la dejaba ver el jardín que rodeaba todos los queridos.
Un paquete de carne envuelto en papel film. Carne picada mental, eso era, eso él hacía con ella, borrarlo de la red no era lo mejor, había que ignorarlo, ignorarlo hasta morir.
La felicidad no es él, él está lejos de serlo.
Los que te quieren de verdad van a estar a tu lado, los otros un saludo y no me acuerdo.
A pesar de todo, a pesar de los cambios, todo es aprendizaje, el dolor también es aprendizaje, todo es aprendizaje, la única persona más confiable que el resto es uno mismo.
Por eso, dejarlo ahí, si es borrarlo, es dejarlo atrás, es dejarlo todos los días, un poco, hasta que se consuma y deje de existir.
El no es una canción, no creas que es una canción, no tenes idea de que es, es como una nova que te quema y corroe el alma.
Estás muy bien, super bien, y él que importa??? no existe. Queré a los que te alimentan el alma, los que te levantan cuando te caes y no te olvides de ellos, NUNCA.
Cualquiera puede hablar y copiar, o inventar cosas, si no podés verlos a los ojos, no existen, blablabla y nada. Lo intangible con respecto al ser humano es humo.