El momento perfecto es cuando mi cuerpo se acomoda perfectamente en la cama, y ya no siento casi nada.
Mi pecho se eleva con mi respiración al fin tranquila, mientras espero que él me venga a buscar, solo por unas horas, pero viene cada noche a visitarme.
Con él todo es tan perfecto, todas esas preocupaciones banales de la vida diaria, se desvanecen como algodón de azúcar en boca de niño.
El sabe que soy pura, por eso avanza despacio, para que no tenga miedo de confundirme la realidad con él, aunque muchas veces estar enamorada perdidamente de él es mucho mejor, a veces me olvido que cuando yo misma rompo su burbuja, el dolor es insoportable.
Abro los ojos, la boca seca ya que siempre me olvido de cerrarla (ja) y espero con ansias ,y culpa, volver a verlo a la noche siguiente....
No hay comentarios:
Publicar un comentario