Mirando la pantalla de mi teléfono esperando que llames, como una patética excusa, para decirte que te amo y que no me escuches.
Los ramos de rosas, las llamadas, las miradas, las caricias los besos, todo fue una ilusión perfecta.
Esta cama es muy comoda pero me queda muy grande. Me encanta esta casa pero yo quería usar el horno para cocinarte mis recetas, la torta de cumpleaños que nunca te llegué a hacer y la lasagna que habíamos quedado.
A veces miro la ventana y espero que el Sol pase esperando que vuelvas a mirarme a los ojos.
Durante el día mezclo la ignoracia y la exaltación a la asfixia de la pérdida.
Una parte de mi se rompió y todavía no se como arreglarla. No sé como dejar de amarte, y tampoco quiero.
El calor de tus manos, el olor de tu piel, tu ropa, tu voz, tu pelo, cuando acariciabas el mío y me sonreías dulcemente...estaba todo bien... siempre estaba bien.
Los ramos de rosas, las llamadas, las miradas, las caricias los besos, todo fue una ilusión perfecta.
Esta cama es muy comoda pero me queda muy grande. Me encanta esta casa pero yo quería usar el horno para cocinarte mis recetas, la torta de cumpleaños que nunca te llegué a hacer y la lasagna que habíamos quedado.
A veces miro la ventana y espero que el Sol pase esperando que vuelvas a mirarme a los ojos.
Durante el día mezclo la ignoracia y la exaltación a la asfixia de la pérdida.
Una parte de mi se rompió y todavía no se como arreglarla. No sé como dejar de amarte, y tampoco quiero.
El calor de tus manos, el olor de tu piel, tu ropa, tu voz, tu pelo, cuando acariciabas el mío y me sonreías dulcemente...estaba todo bien... siempre estaba bien.
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