miércoles, 24 de abril de 2013

Mi vida sin mí

No es que las cosas no sean como parecen, las cosas NUNCA pero nunca son como aparentan ser.
Nunca nos vamos a encontrar con esa persona que nos dijo adiós hace varios años, rogándonos su perdón y cambiando completamente su persona.
Vivo en un mundo de fantasía  lo admito, lo hago desde que mi realidad se volvió insoportable, es mi única salida, supongo.
Algunos se cortan, otros se drogan, yo, sueño despierta, imagino situaciones demasiado hipotéticas con personas que no me van a ver nunca, ni a  escuchar, ni fingir un mínimo interés en mi persona.
Creo que todo comenzó cuando me quedé sola, sola de verdad, con un montón de gente alrededor que hablaba entre sí, y yo en el medio transparentado la situación.
Soñar despierta  es lo que me mantiene viva, pero llevo mi fantasía a un nivel tan extremo, que la desilusión de la realidad mundana que asoma por la ventana de mi vida, me decepciona terriblemente.
A veces siento que soy un vacío, un ente no tangible, carente de sentido, que deambula por las calles buscando fantasías ajenas para apropiárselas y convertirse en persona.
El mundo sin mí, mi vida si mí, soy tan asquerosamente humana que a menudo pienso en mi ausencia física como un medio no de escape, sino de lástima de los otros.

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