jueves, 11 de abril de 2013

Suficiente Vida.

Años, meses, días , horas , minutos, segundos, es lo que espero, para oler el éxtasis que me va  librar de esta pesadilla. En ese mundo mi pelo no es raro, mi ropa es hermosa y soy lo que quiero ser sin pedir permiso a nadie, sólo a mi misma.
Quiero creer que el rechazo de los otros hacia mí esta en mi cabeza, pero si sus palabras no existiesen realmente, no estaría loca?.
El nunca me mira, me dejo de mirar cuando la conoció a ella, ya ni me saluda, no le interesa mas lo que le digo, puras banalidades musicales.
Lo único que me mantiene viva es la fragancia que me permite escapar de la realidad que me sostiene, las notas de flores de vida que compensan todo mi -en vano- sufrimiento.
Me duermo en los bancos de madera de este campo de concentración moderno llamado escuela, sueño que pronto voy a poder rebelarme, contra los otros, pero por mí misma.
Las flores siempre me recuerdan al amor y a la limpieza, nada mas alejado de esta realidad gris, y llena de olor a tabaco barato en los sanitarios sin asear.
Este lugar siempre me recuerda a todo lo contrario, al abandono, a la falta de consideración, a la suciedad, la falta, la ausencia de considerar al otro como un igual, de entender que el otro, que la otra persona tiene algo que contar y tiene la suficiente vida para ser interesante.

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