No es que me quede en el pasado, pero no quiero olvidarme de mis recuerdos, aunque todavía no quiera poner mi cabeza en el horno ni besar a nadie para que él sepa lo importante que soy, sólo quiero llegar a ser importante para mí, voy a llegar a ser suficiente algún día.
Oh Sylvia!; como me hubiera gustado tomar vodka contigo, pura, para mentirnos a nosotras mismas y creer que es agua.
Oh Sylvia, me gustaría decirte cuánto te comprendo, anhelamos la absurda autodestrucción porque el comienzo de la misma es tan placentero y narcótico,
Oh Sylvia, gracias por llenarme el alma y hacerme sentir menos sola en este mundo lleno de gente.
Oh Sylvia, donde estás?
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