lunes, 10 de diciembre de 2012

Lo intangible...

Por eso odio todo esto, todo esto lo intangible. Me obsesionan esos malditos cartelitos rojos diciéndome cosas por las que tengo que estar pendiente día tras día hasta que decida irme de este mundo. Sinceramente no me preocupa en lo más mínimo si soy demasiado trágica al decir esto, pero nunca me voy a cansar de decir que el contacto con pares se ha ido modificado al punto de que hablamos con pantallas que son intermediarios entre personas. A veces me pregunto que diría Assimov si se enterase que el teléfono es casi un mero artilugio del pasado utilizado en la "actualidad" sobre todo por las doñas rosas.
Si me gusta la música, me gusta la música cantada, quiero escuchar voces, no leer palabras de LCD, no quiero eso, me gusta leer libros de papel, el papel de antes, el que se usaba para escribir, para publicar novelas, poemas , libros.
No es que no pueda acostumbrarme, si no que no quiero, porque se me vuelve adicción.
Es mucha comodidad todo esto, creo que las personas lo hacen más que nada por eso; no nos olvidemos que la juventud, los adolescentes en particular, es un rango de público muy manipulable, las redes sociales se hacen un festín con ellos.
Tengo un límite ahí en el "ciberespacio", siento que no soy como soy en realidad, no me deja ser, no me salen las palabras a veces fácilmente, o me salen las palabras que no corresponden a mi persona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario