Vivo encerrada en un palacio de nylon rosa rodeada por flamencos de neon que me recuerdan a una época que no llegué a vivir.
Me molesta que los otros manejen el parámetro de la tragedia y la alegría.
Vine después, siempre llego tarde, cuando las luces ya están apagadas y la sala está vacía.
A veces me acuerdo de él y me río sola, y la gente me mira como si tuviese un desorden mental (quizá ellos están demasiado ordenados)
Luego recuerdo lo último que me dijo, se me pincha el globo, y ya está.
Soy una solterona de 21 años (ja), no se si puedo ser una mujer fálica teniendo en cuenta que ansío ser modelo plus size (aunque usted no lo crea), es que solo quiero que mi cuerpo me pertenezca solo a mí, y dejar de ser atraída por los imanes negativos de los parámetros actuales.
La falacia del talle único, mira vos?, no sabía que todos teníamos el mismo cuerpo, somos como los niños en la picadora de carne, nos faltan esas máscaras deformes y estamos hechos, es la dictadura de la imagen perfecta, perfecta según el plástico y los bits, no tiene piel, es metal y derivados de petroleo.
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