Arder

A veces siento que sonreir es un símbolo de ingenuidad y/o debilidad, pero a veces no puedo evitarlo, no porque esté feliz (nunca estoy satisfecha) sino porque por alguna extraña razón de mi inconsciente que aún no logré descifrar, creo que de esa forma se muestra respeto hacia el otro, como una especie de carta de presentación.
Cuando subo al colectivo/bus siempre le sonrío al chofer y digo "por favor" y "gracias", aunque en el fondo se que soy una de las pocas personas que lo dice, eso me hace más o menos "adaptada"?
Siento que lo tengo que hacer para no olvidarme que me dirijo a otra persona que no conozco, pero no por eso deja de ser persona, en esta ciudad a veces uno se olvida de que los otros son "gente", de que uno tiene que tratar al otro como quiere que lo traten a uno.
Hace relativamente poco descubrí que me encanta ayudar y/o aconsejar a los otros, tengo la sensación de hacer un bien y ser útil para alguien, pero por otro lado, presiento que al trabajar de algo relacionado o aspirar a comportarse de esa forma hasta adoptarlo como rutina natural cae hay grandes posibilidades de ser tomado por idiota, explotado y maltratado.
NO pienso que TODOS son malos, crueles y sádicos, pero vivo en un país democrático con un sistema capitalista, en una ciudad con millones de habitantes, en la que para avanzar y prosperar (no sólo económicamente) hay que pisotear a otros y ser astutamente egoísta.
Dejar de sonreir y ser hostil hacia el otro es una opción que se encuentra a años luz de mi cabeza, eso de que el cambio empieza por uno es verdad, eso no significa que no esté cargado de impotencia y desesperación, pero es mejor arder que apagarse.